Trepidante temporada la que le espera al Juvenil A en su tercer intento consecutivo por jugar dentro de un año en Liga Nacional. Un objetivo marcado y exigido desde los altos cargos de la entidad blanquiazul. Borrada del disco duro la temporada pasada, el grupo quiere volver a ganarse el respeto de sus rivales en el campo, y es por ello que el equipo ha sufrido un profundo lavado de cara. Comenzando por el banquillo donde Jordi Vilaplana sustituye a Cele Romero y continuando por la plantilla, de la que solo continúan 7 jugadores. Sin andarse por las ramas, al equipo se le ha asignado una misión, el ascenso y lo quiere este año a toda costa.
La pretemporada permite soñar. Solo dos derrotas ante el At. Benidorm y Contestano (Primera Regional), victorias ante Plus Xátiva y Hércules B de Liga Nacional y Novelda de Primera Juvenil y empates ante Ontinyent de Nacional y Muro B. “Las perspectivas son buenas, pero que luego 
la pelota entre es otra cosa. Cuando el equipo resuelva esos partidos complicados gracias a las alternativas que venimos entrenando desde la primera semana de pretemporada, entonces se verá realmente si podemos estar ahí o no” afirma Jordiet. El técnico es consciente de que “la exigencia es máxima, hemos de darlo todo porque desde arriba se están implicando mucho y no podemos fallarles”. Un arma de doble filo que no inquieta a Vilaplana. Tan solo hay que ver su apuesta por la gente joven, tres de los jugadores de la plantilla son de primer año juvenil, aunque debutaron siendo cadetes en el Juvenil B, se trata de Gregorio, Uri y Trenzano. Dos llegan de la FEBO, Antonio y Jordi Belda y uno de la Peña Madridista de Ibi, Germán.
Sobre el grupo 5 de Primera Regional asegura que “es más asequible que el de la temporada pasada, no está el Hércules B o el Bellreguard”. Sus principales obstáculos serán “el At. Benidorm, Jove Espanyol, Villajoyosa y Denia”.
