miércoles, 26 de octubre de 2011

Lucas Torró, la joya de la corona de la cantera del Alcoyano

Su cara brilla de felicidad.
El magnífico inicio de temporada de Lucas Torró Marset (Cocentaina, 19 de julio de 1994) le ha valido para estar en boca de muchos. Lo que unido a los buenos resultados de los equipos del fútbol base, la cantera del Alcoyano está siendo seguida por muchos ojos cada fin de semana.

Lucas ante un jugador del Valencia.
Lucas está considerado la joya de la corona de la cantera del Alcoyano. Su talento no ha pasado desapercibido y clubes como Real Madrid, FC Barcelona o Valencia andan tras sus pasos. Suspiran por hacerse con sus servicios para la próxima temporada pero el canterano intenta aislarse al máximo de esos cantos de sirena. “Todo eso lo lleva mi padre, yo tengo que hablar sobre el terreno de juego y trabajar por el equipo. Está claro que no soy ajeno a que están siguiéndome y solo puedo decir que me halaga, estoy muy contento porque se empieza a valorar el trabajo de tantos años por mi parte y también el esfuerzo de mi familia cuando por ejemplo me tenían que llevar a entrenar a Alicante”.

Las peripecias de Lucas comenzaron la temporada pasada. Con 16 años se convirtió en intocable en el Juvenil A que regresaba a Liga Nacional. Deslumbró de tal manera que David Porras no lo dudó y le dio la oportunidad para realizar la pretemporada con el primer equipo. La sorpresa fue todavía mayor porque en los amistosos fue, sin duda, el mejor fichaje. Iba a comenzar la temporada y aunque voces autorizadas del club querían que Lucas formara parte del Alcoyano B, pero fue el propio jugador el que quiso rebajar la euforia y seguir con sus compañeros en Liga Nacional.


DESLUMBRA SU TALENTO
Remate de gol ante Los Imposibles Levante.
El equipo ha empezado como un rayo la temporada y parte de ese mérito es de Lucas, que es el máximo artillero con cinco dianas, y eso que es centrocampista aunque con corte ofensivo. La ‘manita’ la ha anotado en casa, cuatro de ellos en la misma portería y tres de ellos fueron de cabeza, aprovechando su 1,90 de altura. Sin duda llama la atención. Juanmi Sancho lo hizo debutar en Preferente ante el Villajoyosa B y en su primera incursión fabricó una asistencia de gol. Al día siguiente ante el Torre Levante B dio un recital con el juvenil. En Orriols repleto siempre de buenos ojeadores y muchos representantes, Lucas enamoró. Su nombre empezó a sonar todavía con más fuerza. La selección valenciana sub-18 lo convocó para un entrenamiento y desde entonces se ha convertido en un fijo, hoy miércoles está citado para uno de los últimos previos a la lista definitiva de jugadores que acudirán a la primera fase del Campeonato de España, pero tiene un importante examen y podría no llegar a tiempo. Después de la citación autonómica David Porras se lo llevó a Riazor para el partido de Copa del Rey ante el Deportivo, aunque no lo hizo debutar “no pasa nada, me lo pase muy bien y disfrute de la experiencia. Tendré más oportunidades, soy muy joven” explica Lucas. Ese día recuerda había 14 personas en su casa pendientes de él y es que Lucas es el menor de 7 hermanos (cuatro chicos y tres chicas) y además tiene cuatro sobrinos.


SUS INICIOS
Especialista a balón parado.
Lucas comenzó a jugar a fútbol en Ontinyent cuando tenía nueve años, aunque el Hércules llamó a su puerta y se hizo con sus servicios por dos temporadas (alevín e infantil). Por entonces ya destacaba, los entendidos en la materia decían que era inteligente y tenía una excelente capacidad para leer los partidos, también un buen físico y técnica individual. No iban nada desencaminados. Fichó por el Alcoyano para jugar su primer año cadete y regresó en la siguiente al Hércules para jugar en Autonómica. El año pasado volvió a ‘casa’ para formar parte con 16 años del Juvenil A de Liga Nacional y sorprendiendo de tal manera que se ganó una plaza para realizar la pretemporada con el primer equipo. Lucas siempre ha competido con jugadores de mayor edad pero eso nunca ha sido un problema, solo una motivación más que le lleva a intentar superarse día tras día.

Tiene la cabeza ordenada, no sólo en el campo, sino donde realmente importa: fuera del mismo. No descuida sus estudios, actualmente estudia segundo del bachillerato tecnológico en el IES Pare Arques y todas las tardes se deja caer por la biblioteca municipal para repasar a fondo. Lo tiene todo para llegar. Hay que cuidarlo.