martes, 20 de marzo de 2012

Adiós al hombre que confiaba en la Cantera

Porras y su hermano Sergio eran asiduos
a los partidos de la cantera.
La jornada del lunes fue triste en el Alcoyano. El hombre que ilusionó a toda una ciudad, a miles de aficionados fue destituido ante la mala racha de resultados. David Porras dejó de ser entrenador del primer equipo, ese al que devolvió a Segunda división, 44 años después. Su adiós deja muchos y muy buenos momentos en la retina de los incondicionales blanquiazules. Se va un hombre de la casa, y por ese detalle, ‘de la casa’, es más dura su marcha.

David, desde siempre un fiel seguidor de la cantera, apostó por los jóvenes valores de la base. Se la jugó con Jorge Devesa, en una posición que no era la suya, en la promoción de ascenso a Segunda división, y el resultado fue mejor de lo esperado. Ya en la categoría de plata del fútbol español pocos hubieran apostado por dar oportunidades a esos jugadores del filial o del Juvenil A, él demostró tener agallas y les dio un voto de confianza.

Lucas en el banquillo del Collao el día de su debut.
En Copa del Rey viajaron a Riazor, al majestuoso campo de Primera, a Diego y Lucas. El delantero, máximo goleador del filial, se estrenó con el primer equipo en un escenario perfecto. Lucas en cambio tendría que esperar hasta el encuentro ante el Almería, cuando Porras lo hizo debutar en El Collao en el tiempo de descuento. Cerca estuvo también de conseguirlo Héctor Camps, el lateral izquierdo del filial, iba a saltar al césped del Martínez Valero de Elche cuando el equipo se quedó con diez jugadores y eso le obligó a dar marcha atrás. Aquel día, en aquel estadio y en ese banquillo también estaban Lolo Ivars y Rafa Hernández.

Además de los debuts, David siempre ha requerido de los canteranos en pretemporada, entrenamientos diarios, encuentros amistosos y, siempre que su apretada agenda se lo permitía, tenía el detalle, junto a su hermano Sergio, de subir a cuantos partidos, bien del filial o bien del Juvenil A, podía porque le gustaba conocer de primer mano el futuro, seguir la evolución de los canteranos. Son detalles de cómo era y es, de profesional, David. «Sabía reconocer el trabajo de los de abajo» señala Diego Vicedo, el delantero del filial.